Desde la buhardilla de mi desván vuelvo a ver el sol lucir. |
Renovarse o morir... Hay momentos en la vida en los que es necesario echar la vista atrás y reconsiderar actitudes y aptitudes. Estas semanas me las he pasado inmerso en una especie de "pequeña crisis personal".
Los que me conoceis un poco seguro que ya os habíais dado cuenta; pero los que no me conoceis estais en inferioridad de condiciones, así que creo que es justo que os dé una explicación. No es propio de mí permanecer callado, y mucho menos aceptar las embestidas de la vida con sumisión; pero he de reconocer que siempre hay una primera vez para todo; y a mí esa primera vez me ha pillado por sorpresa. No volverá a suceder..
Supongo que los cambios de estación siempre me han afectado, pero nunca antes me había sentido tan desganado y descontento con todo lo que me rodea. El miedo a la vida y a la muerte siempre han sido una constante en mi vida (supongo que a todos los que ahora me esteis leyendo os sucederá algo parecido), pero me ha podido el desgaste de ver familias a mi alrededor arruinadas de la noche a la mañana, merodeadores nocturnos en lo que yo humildemente considero basura, suicidios que podrían considerarse asesinatos, deshaucios emocionales, deshaucios económicos...
No me ha quedado otro remedio que renovar mis puntos de vista, obligarme a mí mismo a no sentir empatía con todo lo que me rodea . Es por ello que mi desván se ha visto afectado por todos estos cambios. He procurado ordenarlo un poco, y darle un poco más de luz; porque ahora que se avecina el invierno quiero pasar más tiempo aquí. Espero que os resulte un poco más acogedor. Bienvenidos de nuevo.
Como siempre..señor agüera...extraordinario!!!!!
ResponderEliminarSeñora Ludeña... Usted sí que resulta siempre extraordinaria. Tengo un croissant esperando por usted (creo que se lo debo). El día que mi memoria deje de jugarme malas pasadas me pondré al corriente con usted y mis obligaciones. Un abrazote.
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ResponderEliminarNunca pierdas las ganas de pensar en positivo,en estas situaciones es normal q no veas(veamos) el futuro de un modo optimista.Pero siempre nos queda la esperanza,es la clave para superar todas esas angustias.Nos hace tomar conciencia de nuestra propia fortaleza interior.Cuenta conmigo para lo q necesites.Animo,amigo.
P.D.Si pasas por mi blog observaras q los comentarios están cerrados.He tomado esa decisión pq me estaba angustiando mucho el hecho de esperarlos,es decir,me estaba obsesionando con entrar y ver si me habían dejado comentarios,y no me gusta q las cosas sin importancia me controlen.Espero q sepas disculpar mi falta de cortesía por no avisar.Pero siempre vendré a dejarte comentarios,me encanta hacerlo,de verdad.
He notado la primavera en tu blog,es señal de q has alejado al invierno.Muchisimos besitos,Balagar.
Hola, Lady. Gracias por tu desprendido apoyo. La crisis ya ha pasado. Supongo que hay momentos en los que la vida te sorprende como un huracón con todos los aparejos desplegados y es necesario hacer un balance de daños una vez ha pasado la tormenta. En mi caso no tengo que lamentar ninguna tragedia personal, pero me agobia en ocasiones la oscuridad que rodea a mi entorno. Estoy aprendiendo a ser más fuerte, aunque eso signifique desviar a veces la vista de problemas ajenos.
EliminarMe he pasado varias veces por tu blog, y ya había observado que habías eliminado la opción de comentar. Entiendo perfectamente tus motivos, y no me parece en absoluto una falta de cortesía. "Circunstancias obligan". ;))
Sobra decirte que siempre es un placer recibir visita tuya. Mucha fuerza. Un abrazo.
Balagar.
ResponderEliminarTodo lo que tu haces resulta acogedor! Y aunque disminuyas tu empatía a un 1%, seguirás teniendo más que el resto del planeta junto. Porque eres así de genial.
Creo que eso que sientes, lo está sintiendo todo el mundo. Estamos en un mal momento y es inevitable sentir las injusticias como propias. La falta de empatía en los que mandan ahora mismo es lo que está haciendo de la situación tan insostenible como es.
Así que yo creo que aunque duela, deberías conservarla, porque es una de tus mejores cualidades!
Eres amor, Balagar, AMOR!
(Y yo te mando 7.520 abrazos, que te debo muchos!!!!)
Lunita!! Acepto encantado todos esos cientos de abrazos. Espero que algún día no muy lejano podamos sentarnos a disfrutar de una sobremesa en condiciones con elefantes, gatos y todas esas cosas que a nosotros nos gustan.
EliminarMi empatía me he obligado a mí mismo a ponerla en cuarentena, porque últimamente me estaban afectando demasiado cosas que no iban conmigo para nada; pero ya sabes que tiene vida propia y a veces hace lo que le sale de los mismísimos.
Otra lectura puede ser que yo haga una montaña de un granito de arena; pero yo soy de los que tienen los ojos llenos de arena y piensan que son legañas, asi que yo qué sé...
Tú si que eres genial, Lunita. Cuando la oscuridad ciega al planeta siempre aparece la luna en su plenitud para lanzar un cómplice guiño con su parpadeo. No cambies nunca, "disgracia". Abrazotes peludos.
Balagar, siento que el mundo te haya agobiado. Eres en exceso empático, y eso no es malo. A mi me gusta tu empatía. Tienes que encontrar la forma de que no afecte tanto.
ResponderEliminarYo ando peleándome con el mundo, y con mi negatividad. Estoy autodestructiva cuando intentaba ser constructiva. Así que no creo que dando ánimos resulte útil en este momento. Pero si te sirve de algo te doy mi compañía, mi afecto sincero, y un par de abrazos.
Un besazo, y no dejes que el mundo pueda contigo, ni el cambio de estación.
Nada podrá conmigo, Nuria. A los cambios de estación estoy acostumbrado; y hasta agradezco la llegada del otoño porque siempre me ha parecido un momento mágico; pero no sé por qué demonios me ha dado por ponerme en el lugar de la enorme cantidad de personas que están pasándolo mal en estos instantes. Yo creo que la gota que colmó el vaso fué darme cuenta de que al abrigo de la noche un montón de personas buscaban entre la basura (mi basura y la de mis vecinos, personas normales y corrientes como yo) algo con lo que salir adelante. ¿A qué nivel de miseria estamos llegando? Nunca le había visto la cara a ninguno de ellos, pero una de estas noches bajé la basura un poco más tarde de lo normal; y tuve que aguantar la mirada avergonzada de una chica joven con una niña un poco más pequeña que mi hijo. ¿Qué puede sentir esa pobre criatura en una situación semejante? Seguro que siente orgullo de su madre, porque un hijo siempre siente orgullo de sus padres, y afecto; pero... ¿Cómo se ha de sentir una madre buscando entre la basura de gente humilde algo con lo que alimentar a sus pequeños?
ResponderEliminarIntenté decirle que esperase un momento, que tenía en casa una bolsa llena de ropa que mi hijo ya no usaba, de juguetes que ya no le interesaban, de comida y chucherías que ni tan siquiera probaba; pero cuando intenté hablar con ella cogió a su pequeña en brazos y se alejó calle abajo, temerosa seguramente de que yo le fuese a decir algo...
Vamos a necesitar hacernos fuertes, Nuria; porque se avecinan tiempos duros, jodidamente duros...
Tu compañía y tu afecto me sirven, ¿cómo no han de servirme? Tus visitas y tus comentarios siempre me alegran un montón, y aunque creas que estás en fase autodestructiva a mí me pareces una persona muy creativa y con un gran corazón. No dejes que nada ni nadie te cambie... ;))
Un abrazote.
¿Sabes? Me acaba de venir a la mente una imagen: la mía recorriendo las calles de mi pueblo donde no hace tanto tiempo empecé a ver familias rebuscando en la basura. Qué pronto se nos olvidan esas imágenes. Se me olvidan. Debería pasearme más continuamente por las calles del mundo y observar. Y ver y no girar la mirada cuando (como esta noche) veo a un hombre arropando sus mantas en un cajero, porque en Murcia llueve y no hay forma de dormir fuera.
ResponderEliminarPero, sí, los desahucios son ya sentimentales, y dentro de poco esos suicidios aparecerán en los códigos de Derecho como asesinatos.
Todo esto, en un mundo hipotético en el que todos seamos mejores personas y no demos lugar a ver familias en los contenedores.
¿Cuántas cosas hay en nuestras casas que nos sobran? Podríamos darlas, podríamos destinar el dinero que se pierde con los balones en los campos a erradicar el hambre en España, en África y en el resto del mundo...
Podríamos dejar de vivir en utopías y empezar a movernos.
Voy a empezar por cambiarme a mí misma. Mañana prometo no mirar hacia otro lado.
Balagar, gracias por cambiar mis puntos de vista. A veces estoy demasiado sumida en mis rutinas.
Un abrazo enorme y ánimo, que el invierno no es tan triste, ni tan frío.
Muchas gracias, Tierra... Yo también estaba demasiado embebido en mis rutinas; pero hay ocasiones en las que todo se desborda. Ahora ya estoy preparado. Estoy mentalizado de que a partir de ahora debemos endurecernos, porque se avecinan tiempos muy, pero que muy jodidos, y las personas que nos consideramos sensibles lo pasaremos fatal si no somos capaces de saber aceptar lo inevitable. Hasta ahora la crisis era como "el coco" que nos asustaba de niños, pero las primeras víctimas están empezando a salir a la luz; y por desgracia estamos empezando... Recemos para que nuestro entorno más cercano se vea involucrado lo menos posible. Es lo mínimo que podemos desear...
ResponderEliminarCuando los que nos gobiernan (bancos y políticos) empiecen a darse cuenta de estas cosas ya será demasiado tarde, porque para que llegue a importarles será necesaria una presión social impresionante, y eso lleva tiempo; demasiado tiempo (por lo menos a mi entender). Gracias por tu visita y tu comentario. Pasaré ahora a repasar alguno de tus poemas, porque tienes una sensibilidad que me encanta. Un fuerte abrazo.
!!Hola,Balagar!!
ResponderEliminarTe dejo besitos y saludos.Q bien sienta la primavera de tu blog.Espero q estés bien.Muchísimos besitos
Hola, Lady. Tus visitas siempre son una alegría. Muchas gracias. Estoy súper bien, y prueba de ello es que hace un montón que no escribo nada, jajaj.Tengo el desván desatendido por completo últimamente. Un abrazote.
EliminarEn ocasiones,demasiadas,la vida es una mierda,pero no queda más remedio que seguir.
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