Amor...¿Cómo has podido escaparte tan lejos?
Es como si de repente me hubiesen
robado el aire de mis pulmones, una mañana nuevamente te escribo…
No soy capaz de resignarme a tu partida.¿Cómo ignorar la llamada de una boca
tan hambrienta como la mía? Tu partida ha resultado tan traumática como tu
tétrica llegada. Te has ido como has llegado, calando a bayoneta en mi pecho.
Recuerdo con el pulso acelerado tu
sonrisa, abalanzándose sobre el recuerdo de mi piel dorada, con el ardor de tu
mirada inquieta. Puedo sentir como me aprieta, porque aún no he sido capaz de
salvar tu misterio y el amanecer siempre me encuentra tendida solitaria y
exhausta, musitando tu nombre.
Dirás como siempre has dicho que soy una niña; que aún no he madurado. Y yo te digo lo mismo que te he dicho siempre. ¿Qué sabrás tú lo que es sentir? Tú aún no has conocido el hambre de pecho ajeno, el feroz ansia de caricias, el silencio tenso que precede al primer beso. Cuando la vida se conjuga en plural ocurren cosas asombrosas que tú nunca has conocido: Se sumergen las manos de lleno en ese aceitoso misterio, exhalando gozosos los labios la tensión que les provoca el deseo. Gimen tus manos, sudan mis pechos. Atrapo con mis piernas todo tu deseo. Poco a poco la noche se empaña, se enciende el espejo; y entre vaho y silencio se oculta tu reflejo. Queman las sábanas, se desgarra mi cuerpo...en mis entrañas te siento bien dentro.
Quizás tengas razón... Quizás solamente soy una niña con cuerpo de mujer, puede que haya dejado de tener sentido llorar esta
soledad, aunque todo me recuerda que ya no estás tú. Te has ido, y te has
llevado todo cuanto tenía un hueco en mi vida. No quiero abrazar de nuevo la
soledad de esta cama vacía; no soporto el frío de una almohada que me repite
incesantemente que tú nunca volverás a estar a mi lado.
Todo mi ser se dobla ante la
injusticia de este Dios tan miserable, que niega la luz a unos ojos que se han quedado ciegos después de haber conocido la luz,
sumiendo la boca y las manos al más cruel de los silencios.
Es tan hondo este abismo que siento
que jamás podré recuperar a mi alma. Te necesito. Te recuerdo. Te lloro. El
sangriento oscurecer de este eclipse perverso no tiene sentimientos. Ha segado
mi vida como a un junco seco. Mis huesos no pueden hacer otra cosa que
reclamarte, acostumbrados a llenar tu hueco.
Si esto es la locura prefiero mil
veces la muerte. No puedo soportar ni un segundo más la idea de haberte
perdido. Aunque siempre has afirmado que no se puede perder lo que nunca se ha
tenido yo me veo obligada a admitir que he llegado a creerme que podría ver por
tus ojos, que respiraba tu mismo aroma…
Ahora maldigo uno a uno todos los
segundos que he fingido no necesitarte; porque la misma certeza de mi
indefensión me ha dejado cubierta de un musgo hambriento de palabras. Tienes razón. Aún soy una niña. Todavía soy capaz de amar sin ser correspondida.
Ay dios.
ResponderEliminarBalagar. Balagar. BALAGAR!!!!
Pero, y esta cosa TAN guapa???? Madre mia, no se con cuál de todas las frases quedarme, si el silencio antes de un beso, o el atrapar con las piernas el deseo.
Vaya cómo te pasas!
Esto es brutal.
Brutal, de verdad.
Te aplaudo en la distancia, y el abrazo me lo guardo para cuando te vea!
Lunita... La verdad es que ya te echaba de menos. Estoy tan acostumbrado a tener noticias tuyas con frecuencia que no me acostumbro a tus silencios. Te mando un fuerte abrazo cibernético a la espera de que nos veamos en la vida real. Suerte por el extranjero... ;))
ResponderEliminarPor qué tiene que ser todo tan complicado ¿verdad?, bueno... si sirve para que se escriba una prosa poética tan bella, vale la pena.
ResponderEliminarGracias a ti también, siempre.
Besos
Supongo que solamente en los momentos difíciles nos sentimos tan metidos en nosotros mismos como para detenernos a pensar por un momento en lo que realmente nos empuja a ser como somos. La complejidad de lo bello y la belleza de lo complejo a veces son lo mismo. A veces pienso que no sé ni lo que digo... (quizás por eso me sirve de terapia escribir, porque cuando luego me leo a mí mismo me doy cuenta de mis propios desvaríos, como ahora mismo...) Un abrazo.
EliminarIncreible... Me ha subyugado. Tiene razón Luna, imposible quedarse con sólo una frase. Sufrir es lo que tiene, que hace escribir de esa forma.
ResponderEliminarBesos, poeta.
Esperemos que los sufrimientos nos duren lo mínimo posible, Nuria. A Luna le he prometido que en lo sucesivo procuraré ser un poco más alegre en mis entradas. Ahora mismo pasaré a visitarte. Si necesitas peones de obra para tu reconstrucción no dudes en decírmelo. ;))
ResponderEliminarNostálgico pero a la vez bello relato, Balagar!
ResponderEliminarEn el corazón no se manda, es totalmente autónomo e indiferente al resto, a lo que hagan o digan.
Besos de mariposa y Feliz Finde!!!
Así es, Diana... Me reconfortan tus aleteos por aquí. Buen fin de semana. Abrazos.
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