Y me muero un poquito con cada silencio que te guardo, cada día que me
acuesto sin recordarte, cada pensamiento que egoístamente guardo para mí; y lo
extraño del caso es que no sé por qué me empeño en hacerlo, porque si de mi
parte consciente dependiera ocuparías Todo, y digo Todo cuanto siento, aunque
el resto de mi vida me viese obligado a vivir sin sentir…
Y me muero por despojarte una vez más de ese camisón de niebla,
espantando el sueño de esos ojos adormecidos, columpiándome burlón en el albor de
tu mirada inquieta y sorprendida. Me gustan las caricias de esas pestañas que
se mueven alocadas, porque me exilian a un mundo en el que solamente existimos el tú aquí y el yo ahora.
Y me muerto porque no sé dónde podré encontrarme mañana; ni lo
que podré estar haciendo; ni tan siquiera si respiraremos el mismo aroma a
salitre que ahora mismo tanto me llena. De la vida escojo siempre el sí y el
ahora; porque he comprendido que su efímera caducidad me obliga a ser prudente
y temerario a la vez.
Temo a la muerte, como todo hombre; pero debo arriesgarme. Te digo siempre
¡SI!!
Hola Balagar, pasando de bolg en blog he caido en el tuyo y me ha encantado lo que acabo de leer, si no te molesta me quedo en un riconcito de tu desván siguiéndote:)
ResponderEliminarTu relato es precioso, siempre es bueno no dejar de soñar y el futuro no sabemos que nos deparara verdad?, pero no te mueras que si no nos dejas huérfanos de estas bonitas letras, un placer leerte:)
Besos.
Hola, Piruja. Es un auténtico placer recibir visitas como la tuya. No te limites a ocupar un rinconcito; tienes plena libertad para acomodarte indefinidamente en el lugar que más cómodo te parezca. Bienvenida!!!
ResponderEliminarSmart stuff, I expect reading more.
ResponderEliminarjeux de sonic
Thanks, I expect to write more as son as posible.
ResponderEliminar¡Me uno a tu "SÍ"!
ResponderEliminarSaludos