En este desván vuelco todo aquello que vá apareciendo de manera caótica por mi cabeza. Dejo esparcidos mis pensamientos a la espera de que entre todos podamos recomponerlos construyendo algo útil. Gracias por tu ayuda. Si has llegado hasta aquí considérate bienvenid@
sábado, 19 de mayo de 2012
El solitario banco vacío.
Llegará el otoño, y mi banco se quedará vacío, porque a nadie aguardará hasta la llegada de una nueva primavera. Nada esperará que no sea la visita del inmisericorde frío. Vigilará en silencio las idas y venidas de la gente asumiendo que de él nada se espera. Echará en falta sin duda mi agradecida mirada, la quejumbrosa compañía del columpio ya oxidado y su chirrido. Echará en falta las risas de los niños, el olor a café recién hecho y bollería, las tertulias de los viejos entreteniendo con su amena charla el desmayar del día. Y su espalda dirá cansada que está harta ya de soportar botellones clandestinos y cagadas de palomas descompuestas. Y volverán de nuevo los orines a recordarle que no es necesario tener cuatro patas para comportarse como un animal.
Llegará el otoño, sin duda; pero ahora es primavera; y aunque el buen tiempo haya dedidido no hacer acto de presencia me acercaré a mi banco favorito para leer juntos una buena novela.
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Qué preciosidad de banco! Dan ganas de quedarse en él como una eterna Penélope sin andén.
ResponderEliminarTu entrada, increible, como siempre.
Gracias.
El irresistible encanto de lo añejo. El musgo y la piedra me atraen desde siempre, y no encuentro un placer comparable al que me produce una buena lectura cuando el calor aprieta de veras. Por desgracia van quedando cada vez menos bancos de piedra, porque solamente a los románticos y a los graffiteros parecen atraernos. A los responsables municipales les gustan más los modernos de madera, que son más baratos y de bajo mantenimiento. Me agrada comprobar que no soy el único al que le gustan los bancos de piedra. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEres muy romántico... ese banco me recuerda una canción.
ResponderEliminarBienvenida, CalmA... Dime el título de la canción y la cuelgo en la entrada, que seguro que queda chulo... Salu2
ResponderEliminarSólo tú podrías sacarle sentimiento a un banco de piedra.
ResponderEliminarNo me canso de decir que tú, entre fibra y fibra muscular, tienes extensiones cardiacas que te convierten en un corazón andante!!
Sin palabras me has dejado, Lunita... Todas mis fibras musculocardíacas agradecen tu comentario. Tienes la.extraña capacidad de hacerme sentir bien con tus halagos. Gracias.
Eliminar¡¡para eso están los halagos!!
Eliminar;)
Ya, pero hay gente (que no es mi caso, evidentemente) que se siente violenta cuando la halagan. A mí me encanta...jjej
Eliminarcuando me des el schoko-bon traidor, tendrás más halagos!
Eliminarjo jo jo!
¡te sigo!
ResponderEliminar;)
Yo tampoco te perderé de vista. Estoy seguro de que tus maullidos y ronroneos van a resultarme muy interesantes... ;)))
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