domingo, 3 de junio de 2012

El círculo perfecto



El círculo más perfecto del mundo son las pupilas ilusionadas de mi hijo, sus gordezuelas y torpes manos buscando mi cara para acariciarla. Cuando lo que habla es el alma el mundo aguarda y calla; y es que la más sutil de sus caricias resulta demoledoramente acogedora.
El círculo más perfecto del mundo es cuando me llama con voz melosa, porque lo hace en voz tan baja que solamente el corazón puede escucharle; y aunque me pierda en mil temores de un futuro que me llena de miedos daría la vida sin dudarlo por él.

11 comentarios:

  1. Me salto una de las entradas para leer en otro momento, que a mí Samantha me lleva mi tiempo.

    Lo que no me lleva tiempo es decirte lo que se me agranda a mí el corazón cuando leo lo que le escribes a ese neno. Seguramente el término padrazo se te queda pequeño.

    ya sabes que es mi fibra sensible ;)

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  2. Cuando quiero hablar de Isma me siento como un analfabeto intentando leer a oscuras. Todo se queda pequeño, y no encuentro las palabras oportunas para expresar todo lo que me hace sentir. Es lo más grande de mi vida, es mi YO más indefenso e inocente. Es el fruto de un amor sincero. Es mi única obra maestra.

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  3. Son perfectos esos momentos. Esas caricias... No hay nada mejor que un hijo.
    Cuando mi hija pequeña quiere dormir dice "mame eso", para que acerque mi oreja y acariciarme el lóbulo. Y mi hija mayor me dice seria que me va a contar un secreto y me dice "mami, eres el amor de mi vida".
    Son lo mejor, seguramente de las pocas cosas que he hecho que merecen ser recordadas.
    Un beso, padrazo.

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    1. El día que mi hijo me diga "papi, eres el amor de mi vida" creo que me moriré de satisfacción. No puedo estar más de acuerdo contigo, Nuria. Esa sucesión de pequeños momentos de complicidad compartiendo mimitos y caricias no tienen comparación con nada en este mundo. A mí me dá la vida con cada sonrisa... Es el arte innato de dártelo todo con una simple mirada. Un fuerte abrazo, madraza. ;))

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  4. Cuánta ternura inspira un hijo, verdad?

    Y es que no hay nada más hermoso que su mirada o su sonrisa llena de inocencia y dulzura.

    Los instantes compartidos con ellos, valen oro.

    Abrazos alados, Balagar!

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  5. Otro fuerte abrazo para tí, Diana. Yo estoy empezando todavía en esto de la paternidad; pero es cierto: los instantes a su lado valen todo el oro del mundo. Bienvenida a mi blog. Es un placer tenerte por aquí.

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  6. Llego aquí por casualidad, gracias a Francisco que nos ha incluido a ambos en un listado de premiados. Llego y me emociona como madre lo que leo y me haces recordar a un padre hace 32 años fallecido, me haces rememorar el día que pusieron junto a mí a una cosita pequeñita que acababa de llegar al mundo, yo fría después de un parto rápido, él dándome calor, al lado y sin saber que después de 20 años sigue dándomelo.
    Felicidades por tu blog, vendré más a visitarte.
    Saludos desde Valencia

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    1. Buenos días, Marisa. Considérate bienvenida a este humilde blog. Hay un dicho muy acertado que dice que "detrás de una gran hija siempre hay un gran padre". Es emocionante el tributo que profesas a tu padre fallecido. Eso dice mucho en favor tuyo y de él. Yo también soy de los que creen que uno no aprende a vivir de verdad hasta que no le llega el grandioso momento de la paternidad-maternidad. Ahora me pasaré por tu espacio. Gracias por tu visita y tu precioso comentario. Un abrazo.

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  7. Hola Balagar! Llego de la mano de Francisco a conocer tu blog... Y aprovecho para decirte... qué bonita entrada!
    Tengo dos hijas y aunque son muy diferentes...(una rubia y otra morena...pues así de diferente en todo lo demás...jaja. Gustos, forma de ser, de reír, de actuar ante los problemas...diferentes hasta en la forma de quererme...) creo que las dos son perfectas, me hacen tan feliz y me llenan tanto como persona...que es imposible...definir como desde el mismo día que llegaron...me iluminaron este camino que a veces la vida lo hace tan ensortijado...
    Creo que una vez que te conviertes en padre o madre...todo lo demás que se consiga en la vida, por mucho valor o sacrificio que tenga....pasará a segundo plano...
    Intuyo qué tu hijo es pequeño...cuando valla al cole y te conviertas en el papa de Isma, te encantará...cambiar de nombre...jaja.
    Me encanta que los compañeros me quieran Preguntar Algo y de digan ¡mama de Laura! O ¡mama de Silvia!...creo que me gusta más que mi propio nombre...jaja.
    Por ellas daría mi vida sin dudarlo ni un segundo...
    Salu2 Sonia.
    Cocinandovoyrecetandovengo.

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    1. Hola, Sonia. Es una alegría comenzar el día de esta manera. Lo cierto es que no hay nada más maravilloso que los hijos, tienen la capacidad de darlo todo sin exigir apenas nada a cambio. En las pequeñas diferencias están los matices que los hacen únicos, y como bien dices aunque tengas varios hijos y los eduques de manera idénticas ellos te harán entrega de su amor con las particularidades y las diferencias que solo ellos te pueden dar. Esa es precisamente su grandeza; que siempre saben sorprenderte.
      Yo tengo dos hermanos, y a pesar de que mi madre nos educó a todos de la misma manera cada uno hemos adquirido sus enseñanzas "a nuestra manera", y no podemos ser más diferentes entre nosotros, jejej.
      Mi peque ya se hace mayor poquito a poco, y hace tiempo que me he acostumbrado a dejar de ser yo mismo para ser "el papá de...". Me encanta; y sí; todo pasa a un segundo plano cuando te conviertes en padre. Yo nunca he sido especialmente "niñero" y ahora me cae literalmente la baba con los bebés. La paternidad te cambia; te hace ser más humano. Antes era capaz de ver cualquier película sin inmutarme y ahora soy incapaz de volver a ver peliculones como "La vida es bella" sin llorar como un lactante.
      Es un placer recibirte en mi blog. Consideráte como en tu propia casa. Un abrazo.

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